Tal y como recoge la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el Parlamento Europeo ha discrepado de la propuesta de reglamento relativa al control de la presencia de acrilamida en productos alimenticios y ha solicidado a la Comisión Europea que se desarrolle un nuevo reglamento con medidas más estrictas para la protección de la salud (Fuente).