Empresas de alimentos de todos los tamaños, desde Quorn (un productor de sustitutos de la carne) hasta PepsiCo y Nestlé, están implementando o considerando programas de calificación de carbono que informan a los consumidores sobre el impacto que un alimento en particular tiene sobre el cambio climático y el medio ambiente. La tendencia también se ha extendido a la industria de servicios de alimentos (Fuente).
