Luego de algunos días de silencio, tras conocerse el viernes los cambios de criterios y valores en la normativa sobre el etiquetado frontal de alimentos —que empezó a regir el lunes—, que generaron diversas críticas, el gobierno salió a defender las modificaciones bajo dos líneas argumentales: que en comparación al decreto inicial de 2018 se trata de reglas “más exigentes”, y que se varió pensando en la negociación para armonizar la normativa a nivel del Mercosur (Fuente).
