La red apunta que en el documento “en ningún lado aparece la noción de que se está prohibiendo algo” y sus fundamentos jurídicos son muy endebles, tan es así que ni siquiera se esclarece a qué sujetos se dirige, “si realmente se quiere prohibir el maíz genéticamente modificado y el glifosato, la norma debe ser clara, breve y explícita prohibiendo su utilización” (Fuente).